lunes, 21 de enero de 2013

La Nueva Medicina

La Medicina Naturista es la medicina originaria de la Humanidad, preconiza enseñar a vivir en armonía con las Leyes Naturales que gobiernan la salud, tales como la Ley del Alimento Crudo, Ley del Aire Puro, Ley de la Actividad Física, etc., son las leyes afianzadas en los millones de años que tiene la Vida en este planeta para todos los animales, pero el hombre es el único “delincuente” que se ha atrevido a inventar la cocina, el cigarrillo, la vida sedentaria, alimentos artificiales y todo un conjunto de otras conductas que lo han convertido en enfermo. La Medicina Alopática, tiene poco tiempo de desarrollo, se basa en el uso de químicos para controlar síntomas específicos. La milenaria Medicina Naturista ahora es la novedad, muchos la consideran una moda. A pesar de su antigüedad, vamos a llamarla “La Nueva Medicina”, aunque en realidad se trata de un retorno a lo natural, la sencillez y la adopción de hábitos más acordes con las necesidades biológicas para aprender a disfrutar más y mejor de la vida. La alimentación y el sistema de vida en general que los seres humanos estamos llevando tanto individualmente como especie, nos esta acercando al borde de la extinción. Es urgente que las personas que aprecian su salud se informen de los millares de “trampas sabrosas” que hemos inventado contra nosotros mismos, sólo por el afán de lucro. 

Hemos desarrollado una sociedad que gira alrededor de la enfermedad y no de la salud.

Cada día el ser humano se aleja más de lo natural y adquiere hábitos que, de ninguna
manera, lo favorecen. ¿Por qué?
–Porque los enfermos hacen circular más el dinero. Interesa producir enfermos, que
todo el mundo viva enfermo, pero “controlado”, aliviado. Veamos los siguientes hechos:


1. Agricultura envenenada:
Hemos desarrollado una industria químico-farmacéutica que le vende venenos y abonos
químicos a los agricultores, algo de esos venenos nos va a tocar en nuestra comida de
cada día, o hará que los vegetales se vean más bonitos, pero contengan menos
minerales y vitaminas de las que deberían tener.


2. Refinación de alimentos:
Refinamos y adulteramos casi todos nuestros alimentos. Azúcar, cereales, aceites, los
empobrecemos, porque las fibras y gérmenes de las semillas, contienen una serie de
nutrientes claves para la salud, tales como vitaminas, enzimas, minerales traza y
fitoquímicos que apenas comienzan a ser conocidos, como los bioflavonoides y
carotenoides, entre los cuales se menciona el resveratrol, y el ácido elágico en las uvas.
Sulforrafano, y ditiotión, protectores contra el cáncer y daños al ADN celular, se
encuentran en el brócoli y otras crucíferas. El licopeno de los tomates, todas estas
sustancias están casi ausentes en nuestra alimentación diaria, en especial las
derivadas de las semillas oleaginosas imprescindibles en nuestra alimentación diaria, debido a su contenido en proteínas y fosfolípidos, cargados de ácidos grasos esenciales amén de
otros nutrientes como fibras, vitaminas liposolubles, minerales claves como el cobre y el
zinc, lecitina, magnesio, hierro, así como colina, inositol, etanolamina, serina, etc., no
son usadas normalmente. Las semillas oleaginosas, casi al cien por ciento, van a
parar a las fábricas de aceites refinados. En dichas refinerías las semillas son
despojadas de todos sus nutrientes y los ácidos grasos remanentes son inútiles para
nuestras necesidades biológicas. Los lignans o lignanos, se encuentran en las semillas
oleaginosas, especialmente en la linaza y el trigo, son excelentes nutrientes anticáncer,
y previenen el envejecimiento, son poderosos antioxidantes, pero se pierden en las
fábricas de aceites… ¿Qué está consumiendo entonces el público? Despojos,
triglicéridos “purísimos”, pero ni tan puros, como veremos más adelante.


3. Sustitución de las frutas:
Junto con las semillas oleaginosas, las frutas son el alimento original del hombre. No
sólo reconocido por los biólogos y antropólogos, sino también en los libros sagrados de
La Nueva Medicina Germán Alberti todas las religiones. (Léase por ejemplo en La Biblia el génesis capítulo 1:29). Pues es deprimente ver cómo la gente en lugar de frutas y sus jugos, consume bebidas gaseosas, que no son otra cosa que agua con pintura y azúcar. Las “aguas negras”, de consumo masivo, son todavía peor con su carga de colanina, ácido fosfórico, cafeína, etc., se convierten en una bomba para la salud, en especial el sistema circulatorio.


4. Momias sabrosas:
Hemos aprendido a consumir algo increíble, sin comparación en toda la historia de la vida en este planeta: cadáveres embalsamados. La industria farmacéutica tiene los químicos para que los muertos no se pudran, para darles color y hasta un sabor súper delicioso, adictivo. Es así como los humanos, hemos aprendido a consumir momias de vacunos, pavos, cerdos y cuanto animal quieran embalsamar para convertirlo en salchichas, jamones, mortadelas, etc., son “momias aliñadas”, con las cuales poco a poco y más temprano que tarde nos convertimos en enfermos crónicos, nos llenamos de alergias, enfermedades autoinmunes y cáncer.

5. Tragar humo:
En lugar de aire puro, respiramos el humo de automotores y gases contaminantes, provenientes de las fábricas, y para ser más importantes aprendemos a fumar, es decir, compramos humo para respirarlo, en la creencia de que vamos a tener éxito y de que ese humo se vuelve nada, no sabemos la cantidad de componentes químicos que en él se encierran y que con ese nefasto hábito acortamos nuestra vida poniéndola al borde de un infarto, el cáncer el envejecimiento prematuro, acortamiento de la podenca sexual y la longevidad y pare usted de contar. Lo que los fumadores no saben es que la industria químico-farmacéutica le vende a los tabacaleros sustancias “aromatizantes” cuyo verdadero propósito no es otro sino el de aumentar la adicción, formar esclavos del vicio, los cuales tarde o temprano se van a enfermar.

6. Vida Sedentaria: 

La flojera también enferma y mata: Cada día nos hacemos más perezosos. Nos encantan los deportes, pero por televisión. Junto con el consumo exagerado de harinas y frituras se genera tal cantidad de obesidad, deficiencias circulatorias, hipertensión arterial e infartos que matan sin aviso, que los científicos están alarmados. Pero la solución no ha sido cambiar el estilo de vida, sino la cirugía cardiovascular, con sus costosísimos “by pass” y angioplastias y una esclavitud del enfermo a un conjunto de drogas “de por vida”, es decir, crear clientes fijos. 


7. Guerras:
Es otro negocio para generar enfermos. Los químicos que se utilizan en las industrias militares: bombas, balas y otros materiales, están diseñados por el egoísmo humano para sembrar la destrucción y la muerte, cada día dejan sus secuelas en los pueblos del mundo. Todo el mundo armado, preparándose para la guerra, para dominar y matar, o defenderse y matar. Pero las guerras no sólo producen muertos, también heridos y hay que curarlos, aumenta el número de incapacitados. A mayor sufrimiento, al parecer, por estos y otros motivos, más dolor y enfermedades. A más enfermedades más ganancias… Para la farmacia y toda la medicina organizada. Es una relación matemática directa. 
Como todo el mundo huye del dolor. Es esto lo que hace tan próspera a la industria químicofarmacéutica y aunque es una creación humana y muchas drogas o productos tienen su utilidad, esta industria se vuelve contra el interés humano de mejorar la salud y la calidad de la vida. 
Si usted se cuida, evita vicios, aprende a disfrutar los alimentos naturales crudos, hace ejercicio, descansa, vive feliz, en fin hace todo lo que tiene que hacer para mantener e incrementar su salud real, usted visitará muy poco o nunca la farmacia, por lo tanto usted es un mal cliente para ellos. Si todo el mundo hiciera lo mismo, habría que echar mucha gente a la calle. El tamaño de los hospitales y su burocracia, se reduciría considerablemente. Muchos laboratorios cerrarían sus puertas, en fin, habría que reorganizar esta sociedad.

Viviremos y Venceremos ...
Fuente: Dr. Germán Alberti       www.bibliotecapleyades.com